La familia es el primer grupo social donde interactúan las personas, esta convivencia es de suma importancia para el individuo, ya que es por medio de este grupo donde los niños aprenden a desarrollarse en la sociedad. Adicional, dentro del contexto familiar se originan situaciones e interacciones que influyen decisivamente en el desarrollo de la autoestima y la identidad de las personas menores de edad. Sumado a lo anterior, Rodríguez y Palacios menciona que la familia respecto a los hijos cumplen cuatro funciones especiales:
1. Asegurar la supervivencia y sano crecimiento.
2. Brindar un clima de afecto y apoyo que es de suma importancia para que el desarrollo psicológico sano sea posible.
3. Facilitar a los hijos una estimulación que haga de ellos seres con capacidad de relacionarse competentemente con su entorno físico y social, así como responder a las demandas y exigencias planteadas por su adaptación al mundo en que les toca vivir.
4. Tomar decisiones con respecto a la apertura hacia otros contextos educativos y sociales que van a compartir con la familia la tarea de la educación.
Pero posiblemente los padres de familia se pregunten ¿Cómo cumplir de forma efectiva estas funciones? La respuesta es: dedicando tiempo de calidad a los hijos, de tal manera que se estimule adecuadamente su desarrollo el cual se logra estableciendo una alianza padres e hijos que se consolide con el paso del tiempo.