En muchas ocasiones se escucha que la etapa más difícil es la adolescencia, sin embargo, yo considero que ninguna fase de la vida es más difícil que otra, todas traen consigo diferentes retos.
La adultez no escapa de esta realidad, al llegar a la edad adulta las personas se enfrentan a diferentes situaciones que desequilibran sus emociones, algunas de estas situaciones son:
El ingreso al mundo laboral: Un ambiente desconocido, donde las demandas diarias ejercen presión sobre las personas generando estrés patológico y una ansiedad descontrolada que se refleja en la salud emocional y física de las personas.
Elección del proyecto de vida: Un proyecto de vida, se elige, se decide y se ejecuta, es decir es un proceso en el cual las personas día a día construyen y trabajan por cómo y con quién desean pasar el resto de los días. En muchas ocasiones esto genera un malestar emocional en las personas, porque no saben cómo ni por dónde empezar con su proyecto de vida.
Historia de vida: La historia de vida de una persona puede estar marcada por padres autoritarios y rígidos, porque de niño la persona tuvo un apego inseguro con sus cuidadores, por la ausencia de la figura maternal o paternal entre otras situaciones. Por estas razones en muchas ocasiones la persona en su adultez puede presentar miedos, inseguridad, baja autoestima, control de la ira, entre otros, que hacen que su calidad de vida se vea deteriorada.